Barranquismo en Montanejos

Descenso del cañón del Mijares (Montanejos)

Se trata de un descenso de aguas bravas por dentro del río Mijares, en su zona conocida como «Estrechos de Chillapájaros». 

Este tramo del río nos permite su descenso utilizando técnicas propias del barranquismo acuático en aguas vivas, tales como tomas de corrientes, saltos, nadadas en corrientes, toboganes y alguna sorpresa más! 

Es una actividad ideal para verano ya que es muy refrescante y divertida. Nos permite estar continuamente dentro del agua y de forma muy dinámica.

El cañón del Mijares, un poco de historia.

Los estrechos rocosos aguas arriba del pueblo de Montanejos han tenido varios nombres a lo largo de su historia. Antiguamente, antes de que se construyera el azud y mucho antes de la construcción de la presa de Arenoso, recibían  el nombre de «estrechos de El Leonar». Esto se debe a que las aguas rugían como leones cuando el cauce iba de crecida, en un estruendo ensordecedor!

Con el tiempo, esas aguas se amansaron, al construir un azud que permitió la construcción de dos acequias, para transportar el agua del cañón hasta los campos circundantes al pueblo. Entonces, el ruido de los «leones» dio paso al piar de los pájaros y aves que anidan en sus paredes. Los estrechos de El leonar pasaron a llamarse «estrechos de Chillapájaros» y así es como a día de hoy queda recogido en la toponimia oficial.

¿Cómo realizamos esta actividad?

Nos equiparemos con traje de neopreno completo, arnés de barrancos y casco. Deberás traer un calzado deportivo para la actividad (el cual se mojará). Desde nuestra base (vestuarios) os llevaremos equipados al punto de inicio de la actividad (5′) en nuestros furgones. El descenso empieza a lo grande con un rápido-tobogán bajo el impresionante «chorro» del aliviadero de Arenoso! 

Poco a poco iremos recorriendo el cañón saltando, nadando, deslizando y visitando zonas de gran belleza paisajística. Para los más atrevidos, visitaremos una cavidad con un impresionante sifón (paso sumergido y oculto), el cual no es obligado.

Descenderemos a flotting (flotando) la parte final del estrecho, rodeados de impresionantes paredes de más de 100m de altura, donde con suerte podremos ver escaladores colgando en sus desafiantes vías de escalada. Todo un espectáculo!

Terminaremos en la pequeña presa de Cirat, desde donde nuestros vehículos os llevarán de vuelta a nuestra base para que os cambiéis en los vestuarios y podáis disfrutar de nuestro bar exclusivo para clientes.

Descenso del barranco del Centenar (Zucaina)

Se trata de un descenso de iniciación durante el cual bajaremos varias cascadas mediante la técnica de rapel, es decir, equipados con un arnés y equipo adecuado, podremos bajar por las cuerdas de seguridad, siempre bajo la supervisión de nuestros guías titulados. Sin duda la actividad estrella si buscas hacer Barranquismo en Montanejos y alrededores.

¡Durante el recorrido también podremos realizar saltos a pozas de agua cristalina y emocionantes tirolinas acuáticas!

El barranco del Centenar, un poco de historia.

Este precioso barranco, discurre por un paraje conocido como «el centenar» por sus antiguos cultivos de centeno. Este cereal se molía en un molino (todavía en el lugar) y su codiciada harina se utilizaba para elaborar pan de centeno. Antiguos caminos de herradura comunican las masías del Villar y el molino con los mases y pueblos de alrededor.

El curso del barranco, que siempre aporta agua al río Villahermosa, se usaba para embalsar agua y mover la muela del molino, así como para el riego de algunos frutales. Pero es en su último salto o cascada, la conocida como «el chorrador», donde los habitantes de las masías de El Salvador, construyeron un ingenioso sistema de captación de agua para regar sus campos. Una pequeña acequia suspendida en los inmensos cortados tomaba el agua directamente del interior de la cascada.

El uso deportivo del barranco.

En el 2001, se publica el primer croquis deportivo del barranco con información sobre su equipamiento y rápeles. Desde entonces miles de barranquistas, así como muchas empresas y guías hemos disfrutado de sus piscinas naturales… pero no hay que olvidar que las gentes de Zucaina, Castillo de Villamalefa y seguro que otros pueblos, ya conocían sus encantos y los visitaban por diferentes sendas que conducen a sus mejores pozas, entonces secretas, para darse un baño o contemplar sus majestuosas cascadas.

¿Qué nos vamos a encontrar?

El descenso de este bonito barranco discurre por una pequeña garganta de roca caliza la cual, después de cinco pequeñas cascadas que van desde los 5m a los 16m, se abre en un impresionante circo rocoso en el que encontramos la gran cascada de «El Chorrador» de 70m de altura. Esta última cascada sólo es rapelable por personas con experiencia previa (consúltanos si te interesa).

Cada cascada se puede descender mediante la técnica de rapel, es decir, bajar por una cuerda que el instructor prepara y gracias al equipo individual que os proporcionamos: traje de neopreno, arnés, casco, descensor,… Siempre bajo la atenta supervisión de nuestro Guía, quien os asegura mediante una cuerda de seguridad adicional. 

Algunas cascadas son saltables, algo que no es obligatorio y siempre hay alternativa para que nadie se sienta obligado. Nos encanta convertir este descenso en algo sorprendente y divertido, por ello iremos proponiendo diferentes formas de bajar las cascadas: rapel, salto, tirolina, tobogán!!

En las actividades de Barranquismo en Montanejos y alrededores es frecuente encontrar pozas de un agua verde esmeralda que contrastan con el azul del cielo y el gris de la roca creando paisajes de gran belleza en los que nos sentiremos como inmersos en una acuarela.

Una vez realizado el descenso, regresaremos al punto de inicio (donde hemos dejado los coches) a pie, por un sendero de montaña poco difícil y con unas preciosas vistas del barranco a medida que vamos subiendo. Una gran riqueza botánica típica del bosque mediterráneo nos acompañará en este trayecto. Sabinas, enebros, romero, rusco, boj,… son algunas de las plantas que podremos conocer. 

Y si miramos al cielo quizás tengamos suerte y podamos ver al majestuoso buitre leonado que anida en estos riscos, o incluso una preciosa pareja de alimoches que de tanto en tanto visita este paraje.